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Lenguaje no sexista: ¿cómo funciona?

El lenguaje no sexista es un enfoque de la comunicación que pretende utilizar expresiones que no excluyan ni discriminen a nadie por razón de su sexo. Este enfoque es cada vez más importante para garantizar la justicia lingüística y la igualdad en todos los ámbitos de la sociedad.


Lenguaje comercial no sexista en la sala de conferencias
Lenguaje comercial no sexista en la sala de conferencias


¿Qué es el lenguaje no sexista?


El lenguaje neutro evita el uso de expresiones específicas de género para no excluir ni discriminar a nadie por razón de sexo. Esto puede ser especialmente difícil en lenguas con género gramatical, como el alemán. El objetivo es crear una forma de comunicación que incluya a todas las personas independientemente de su sexo.


Métodos para crear un lenguaje no sexista


1. uso de denominaciones de puestos de trabajo no sexistas


En lugar de utilizar formas específicamente masculinas o femeninas (por ejemplo, "profesora" o "Lehrerin"), puedes emplear términos neutros como "Lehrende" o "Lehrkraft".


2. evitar los pronombres específicos de género


Siempre que sea posible, deben evitarse pronombres como "él" o "ella" y sustituirse por alternativas de género neutro como "ella/él", "él*ella", "xier", "esta persona" o simplemente por el nombre de la persona.


3. uso del asterisco de género y otros símbolos de género neutro

En el lenguaje escrito, el asterisco de género (), el guión bajo (_) o los dos puntos (:) pueden utilizarse para incluir todos los géneros. Por ejemplo, "alumnas", "empleadas" o "clientas". Estos símbolos señalan que se tienen en cuenta otras identidades de género además de las formas masculina y femenina.


4. neutralización de las formulaciones

En lugar de "Señoras y señores", puede utilizar saludos como "Queridos invitados", "Queridos asistentes" o simplemente "Hola a todos". Estas fórmulas son inclusivas y evitan el lenguaje específico de género.


Retos y críticas

La introducción del lenguaje neutro no está exenta de dificultades. Algunas personas encuentran las nuevas formulaciones poco familiares o lingüísticamente incómodas. También hay debates sobre hasta qué punto estos ajustes lingüísticos contribuyen realmente a la igualdad. Los críticos sostienen que los cambios en el lenguaje no conducen necesariamente a un verdadero cambio social o cultural.


El uso de un lenguaje no sexista es un paso importante hacia una sociedad más integradora. Aunque puede costar acostumbrarse, es una herramienta para concienciar sobre la diversidad de género y contrarrestar la discriminación. Adaptando nuestro lenguaje, podemos ayudar a promover una cultura de igualdad y aceptación. En última instancia, el lenguaje no sexista no es sólo una cuestión de preferencia lingüística, sino también una expresión de nuestro respeto por todas las personas.


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